A una rosa prisionera
en las redes del recuerdo,
que se rompan las cadenas,
que se abran nuevos caminos
como estelas en el cielo
Que tu sonrisa ilumine
esas mañanas de invierno,
que nazca una melodía
junto al hogar, junto al fuego;
y vista de rosas nuevas
la niebla que hay en tu pecho.
No dejes que el despertar
se duerma entre tu recuerdo,
rompe tu día y tu noche,
rompe el eco de aquel nombre
que quebró tus sentimientos
Candelas en tu ventana,
candelitas en la noche
que alumbren tu madrugada,
pero no rompas tus rosas,
no las dejes marchitar
No seas valle, sé montaña
y pon tu cima tan alta
que la espuma de las olas
quiera tu falda besar.
Sé gaviota cantarina
y vuela, vuela...
sin volver la vista atrás.
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